Me ha impresionado mucho esta historia de que en España fue invadida por los VIKINGOS.
La princesa vikinga de Sevilla
Uno de los sucesos más curiosos de la historia de Sevilla es la subida por el Guadalquivir y posterior ataque de los vikingos
en el año 844. Los cuales lograron tomar la ciudad, entonces Isibiliya hasta
que Abd al-Rahmán II consiguió expulsarlos casi 2 meses después.
Existe otra historia curiosa relacionada con estos nórdicos y la ciudad
hispalense, un poco menos violenta, y es que 400 años después cuando la ciudad
ya era parte de los dominios de Alfonso X El Sabio residió allí una joven
princesa vikinga, de “ojos azules como el cielo y cabellos rubios con el sol”.
Era Kristina de
Noruega hija del rey Haakon IV, que
había contraído matrimonio con el joven hermano de Alfonso, Felipe.
En las sagas
nórdicas, recopiladas en el Códex Frisianus, se narra
con bastante detalle el viaje de la princesa Kristin Haakonsdatter (o Kristina), nacida en Bergen en
1234, a la península ibérica, donde casó con el infante Don Felipe.
El viaje lo realizó en un inmenso drakkar vikingo que partió de Tønsberg (cerca de Oslo) desembarcando en la costa de Normandía para luego seguir a
pié hasta el Reino de Aragón, pasando por el Condado de Barcelona. La comitiva
estaba formada por numerosos caballeros noruegos, el mejor y más famoso
diplomático del Rey: Loðinn leppur; el obispo Pedro de Hamar, varias damas
de compañía e impresionantes joyas,
reliquias y pieles que formaban parte
de la dote.
El matrimonio fue concertado por el mencionado Loðinn leppur, una
especie de secretario del Rey y diplomático, en nombre de Haakon IV con el
propio Rey Alfonso. Kristin iba a
ser la reina de Castilla.
La aceptación del trato era beneficiosa para ambas partes, pues
para las aspiraciones de Alfonso X de coronarse emperador del Sacro
Imperio Romano (Emperador
Romanos) necesitaba apoyos en el norte de Europa y
los intereses del rey Haakon que, al ligar su casa a la castellana le
permitían una mayor
apertura hacia los reinos del sur de Europa a
fin de establecer relaciones comerciales.
El viaje continuó por el Condado de Barcelona, llegando a Burgos en la noche buena de 1257, en donde el séquito descanso en el Monasterio de las Huelgas.
Pero el viaje había durado tanto tiempo que, para cuando Kristina
llegó ante el rey en Valladolid, Alfonso X había decidido continuar su matrimonio con la reina
Violante de Aragón, ya que esta le acababa de proporcionar
un hijo legítimo, en este caso una hija, Berenguela.
Fue entonces cuando se dice que se
trató de nuevo el asunto y se decidió
desposar a la princesa nórdica con el Infante Felipe de Castilla que, con 21 años, acababa de ser nombrado arzobispo de Sevilla, antes
habiendo sido abad de la Colegiata de Covarrubias (Burgos). La boda se
celebró en Valladolid el 31 de marzo de 1.258.
Hay que mencionar que en casi todas las versiones de
la historia se afirma que la princesa viajó para desposarse con Felipe
directamente.
fotos y grabados alusivos al tema
En esa boda (en otras fuentes se afirma que fue tras su fallecimiento),
Felipe, prometió a su ya esposa que levantaría una capilla en honor a San Olav,
un santo escandinavo del cual era devota. La promesa sería llevada a cabo
muchos, muchísimos años después, por las gentes de la Fundación
Princesa Kristina y la Junta de Castilla y León en el año
2011.
El caso es que falleció
pocos años después de su llegada, en 1262,
con 28 años.
Se cuentan varias leyendas
alrededor de esta muerte: envenenamiento a manos de la mismísima reina Violante, una infección de oído, aunque la
teoría más romántica —y por supuesto la que más se ha extendido— es la de su
fallecimiento por melancolía, por echar de menos a su gente, a su patria de fiordos y montañas verdes
escarpadas.
Otra leyenda romántica también afirma que Alfonso y Kristina llegaron a
conocerse y enamorarse, pero Alfonso no podía renunciar a su legítima esposa y
decidieron separarse, y la joven princesa murió de desamor por el sabio Rey.
Kristina fue enterrada en Covarrubias,
por orden de su esposo Felipe.
En 1958 se investiga el sepulcro, no se sabe si por
iniciativa o de forma accidental. El caso es que apareció una momia femenina
enjoyada y con ricos ropajes incorruptos con bordados de gran calidad.
Esta mujer medía 1,70m de altura, algo fuera de lo normal para época y
peinaba unos largos cabellos rubios. Era ella. En el interior de la tumba apareció
también un pergamino con versos de amor y una receta para tratar el mal de
oídos.
<img año 58
Desde entonces no se han dejado de estrechar lazos entre Noruega y España.
Reflejando
la visita de los noruegos a Covarrubias
Cerca de su tumba cuelga una campana que, según la tradición, si una chica
soltera la hace sonar encontrará un amor verdadero, por intercesión de la
princesa.
Desde 1978 una estatua realizada por el escultor noruego Brit Sorensen la recuerda, es rara la
vez que esta escultura no tiene flores a sus pies.
Banda noruega de Tonsberg el día de la
inauguración del monumento 1978
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