Se
rinde homenaje a la peseta con un sello
en conmemoración de su 133 aniversario
que
reproduce la moneda y el ultimo billete de una peseta. Que asi mismo
lo que poca gente sabe es que es un homenaje a la armada invencible y
a uno de sus capitanes.
Por
lo tanto nos vamos a ocupar del billete. Que tenia por una cara a un
galeón español.
Este galeón fue uno de los que salío vencedor en la
batalla de Lepanto.. Se
enfrentaron en ella la armada del Imperio
otomano contra
la de una coalición cristiana,
llamada Liga
Santa,
formada por el Reino
de España,
los Estados
Pontificios,
la República
de Venecia,
la Orden
de Malta,
la República
de Génova y
el Ducado
de Saboya.
Los cristianos resultaron vencedores, y se salvaron solo 30 galeras
turcas. Se frenó así el expansionismo turco por
el Mediterráneo occidental.
En esta batalla participó Miguel
de Cervantes,
que resultó herido, y perdió la movilidad de su mano izquierda, lo
que valió el sobrenombre de «manco de Lepanto». Este escritor, que
estaba muy orgulloso de haber combatido allí, la calificó como «la
más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos, ni
esperan ver los venideros».1
Y
por la otra cara a D. Alvaro de Bazan Marques de la Santa Cruz.
Que
fue uno de los mas grandes marinos de la España imperial. Nació en
tierra firme pero siempre fue un hombre de mar. Desde
niño le tiraron las cavias, las amuras, la mayor. Fue uno de los
grandes almirantes de la historia naval española y muy probablemente
el hombre decisivo para que ante
el Turco ganáramos la batalla de Lepanto,
y protagonista de otras muchas hazañas y venturas sobre la Mar
Océano. Él
debía haber sido el
gran capitán de la Armada Invencible,
pero la Parca se lo llevó de entre nosotros y del mandato de Felpe
II algunos meses antes. Fue, ni más ni menos, el
Almirante Don Álvaro de Bazán y Guzmán,
grandísimo de España. Fue también I Marqués de Santa Cruz, señor
de las villas del Viso y Valdepeñas, comendador mayor de León y de
Villa mayor, Alhambra y La Solana en la Orden de Santiago; miembro
del Consejo de su Majestad Felipe II de España, Capitán General del
Mar Océano y de la gente de guerra del reino de Portugal.
Vino
al mundo Don Álvaro el 12 de diciembre de 1526 en la villa de
Granada, donde estaba destinado su padre, también marino y militar.
La familia procedía muy probablemente del navarro Valle del Bazán,
y su escudo era un tablero de ajedrez, aunque ya hacía generaciones
que se habían instalado en Castilla. El abuelo de nuestro héroe,
también Don Álvaro, había participado en la toma de Granada como
uno de los Capitanes
Generales de los Reyes Católicos.
Su padre, Álvaro de Bazán El Viejo también fue un gran marino, que
participó por ejemplo en la llamada Jornada de Túnez, peleando a
las órdenes de Carlos V.
Cuando
nació nuestro Álvaro, su padre era Capitán General de las Galeras
de España y pronto quiso que su hijo hiciera carrera. Viento en popa
a toda vela. Por ejemplo, consiguió que el emperador nombrara a su
Alvarito Alcaide del Castillo de Gibraltar con tan solo ocho años.
Con nueve, ya estaba a bordo de la nao capitana de su
padre, curtiéndose en la marinería desde sus orígenes,
como grumete. Además, era educado como un caballero por su
tutor, Pedro González de Simancas que le hizo querer y
admirar a poetas y escritores, y le introdujo en el mundo del
humanismo.
Son
tiempos en los que berberiscos y otomanos se están intentando hacer
con varias plazas del Mediterráneo como Vélez de la Gomera hacia
donde parte una flota comandada por Sancho de Leyva, con Bazán entre
sus oficiales. El viaje fracasó y los buques volvieron a Málaga.
Los piratas insistieron en sus ataques y Felipe II decidió que esta
vez no se podía fallar: había que tomar Vélez de la Gomera.
El
jefe del nuevo intento sería García Álvarez de Toledo y Osorio,
con Don Álvaro de Bazán como lugarteniente. Esta vez el éxito
fue total. En vista de los acontecimientos, los turcos
decidieron atacar Malta, primer paso para la invasión de
Sicilia. Pero Malta se defendió como un gato panza arriba, contando
por supuesto con la inestimable ayuda de las tropas españolas bajo
el mando de Bazán. A los cuarenta años, Don Álvaro de
Bazán es nombrado Capitán General de las Galeras de Nápoles y
poco después, el 19 de octubre de 1569 , Felipe II le concede el
título de Marqués de Santa Cruz.
A
ALVARO DE BAZAN Marques de Santa cruz (1526-1588) se le rindió homenaje en el billete de 1953 de peseta con el cual se le dijo adiós
a los billetes de papel de una peseta.
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